Hazlo, en serio, si no eres de usar agenda y tienes una cabeza desastrosa como la mía, no lo dudes.
Hace años no me costaba nada recordar todas las cosas que tenía que hacer, eso y otras tantas que ahora soy incapaz de recordar, como los números de teléfono. Antes de esta era en la que los móviles han hecho que no seamos capaces de aprendernos ninguno de los números de nuestra agenda (por lo que cuando se nos estropea el móvil sentimos que estamos perdidos), la gente era capaz de recordar montones de números de teléfono. O las fechas de los cumpleaños. Sí, mola que fb o gmail te recuerde las fechas de los cumples de tus amigos, aunque muchas veces no sean las de tus amigos, sino la de cualquier otro contacto del que te importa poco cuando cumple años...pero ese es otro tema. Puede que por culpa de las nuevas tecnologías nuestro cerebro trabaje menos y por eso seamos menos capaces de recordar ciertas cosas, pero a eso yo le tengo que añadir a mi tropa y los millones de cosas que tengo que hacer cada día. Para solventar olvidos importantes como reuniones con profesores, citas médicas y por supuesto los cumples de mi familia y amigos hace años que empecé a usar un calendario con huecos grandes en el que anotaba todo. Pero me di cuenta de que, en este estrés de vida que llevo, muchos días se me olvidaba mirarlo. Es como aquello de hacer una lista de la compra y dejártela puesta en la puerta del frigorífico, cosa que también hago a menudo. Mi siguiente paso fueron los post-it en la nevera. Hasta me compré una pequeña pizarra magnética donde anoto cosas super urgentes suponiendo que como la abro mil veces al día no las olvidaría....pues es como si no la viese.
Mi siguiente paso fue poner un corcho en la pared donde tengo el escritorio con el pc. Por poner notas que no quede. Me sirve, pero tampoco ha sido el remedio.
Por fin este año he tenido una idea brillante. Cuando llegó septiembre y compré las agendas escolares a mis hijos se me ocurrió que igual con una agenda conseguía estar donde debo cuando debo y otras tantas cosas que se me pasaban. Conocía agendas muy chulas, y no quería comprar una agenda "normal", quería darme un capricho. Mis hijas mayores se lo habían dado ya con diferentes agendas que además de ayudarte a ordenar tu vida, tienen colores vistosos, frases graciosas o motivadoras y hasta pegatinas...
Bea se decidió por la de Pedrita Parker, es una agenda muy chula con ilustraciones muy divertidas de chicas muy guerreras.
Marta se decidió por una menos cañera, pero también muy chula, la de Recuerdos de Lola.
Marina, más dulce ella, escogió la de Mtkmartukys que es una auténtica monada.
Así que yo que estaba a punto de comprarme una agenda normalita de las de los bazares no pude resistirme y sucumbí a darme el capricho de tener una de estas monadas de tantos colores, con pegatinas y frases tontas. Reconozco que para organizarte no hace falta una de estas, pero como ya he dicho, decidí darme un capricho por una vez. Busqué entre muchas porque no quería repetir, y la verdad, estas eran las que más me gustaban. La otra opción era una de esas cargadas de tanto positivismo que yo odio, vale que un día venga bien oír o leer una frase de ánimo, pero todos los días tanta felicidad a mi me empalaga. Busqué y busqué hasta que apareció la agenda perfecta para mí:la agenda de Superbritánico. en cuanto la vi me dije: Coi, esta es la tuya.
Su diseño está inspirado en Alaska así que es de lo más colorida, las frases son chistes o juegos de palabras en inglés, nada de happyfelicidadabsoluta, y las pegatinas que lleva son muy chulas. Diferente a todo lo que había visto hasta ese momento. Os enseño el interior para veáis lo molona que es.
Y ahora pensaréis, vale, ya tiene la agenda, ¿seguirá con su desastrosa memoria o servirá de algo tenerla ? Pues la memoria va igual de mal, pero esta chica me ayuda mucho. Desde que llegó a mis manos anoto absolutamente todo lo que tengo que hacer, por tonto que parezca. Desde citas médicas o con profes, cumpleaños, tareas que hacer, y hasta los días que tienen los niños las actividades extraescolares. Cada noche la miro y así se como va a ser más o menos mi siguiente día, con una super familia los planes pueden cambiar de un minuto a otro, pero al menos me hago una idea. El único defecto es que es muy grande para llevarla en el bolso, pero eso lo he solucionado con una agenda de bolsillo que compré en Tiger y que siempre llevo encima. Cuando estoy fuera de casa y me dan una cita o surge cualquier cosa que tenga que hacer a partir del día siguiente inmediatamente lo anoto en ella, y cuando llego a casa lo pongo también en la grande, y por si acaso en mi calendario. De momento va bien y creo que se va a convertir en algo habitual para mí lo de tener una de estas sobre mi mesa a partir de ahora.
Con cosas tan chulas parece que te da menos rabia tener memoria de pez, sobre todo para los adictos a todo tipo de material de papelería como yo. ¿No os han entrado ganas de comprar una de estas preciosidades?
No hay comentarios:
Publicar un comentario