miércoles, 20 de julio de 2016

Mi rinconcito no es como el de las revistas.



Ya sabéis que me encanta la decoración. Durante muchos años acumulé montones y montones de revistas de las que sacaba ideas para hacer mis cositas. Hasta que un día se me ocurrió hacer limpieza. Para saber cuales tirar y cuales no les fui echando vistazos por encima. Llevaba hojeándolas un buen rato cuando de repente me fijé en un reportaje y sentí una especie de déjà vu: yo había visto esas fotos antes y no hacía mucho tiempo. Empecé de nuevo con el montón de revistas que siempre había guardado como un tesoro y...¡Horror! no sólo se repetía un reportaje, eran muchos. Me sentí idiota por el dinero que había gastado en un montón de revistas que cada cierto tiempo repiten reportajes esperando que nadie se de cuenta, como me había pasado hasta ese momento a mí. Estaréis pensando que esto es una tontería, es verdad que no es algo grave, pero tener una balda de la librería del salón llena de mis "joyas" y ver que con menos de la mitad tendría la misma información me cabreó mucho. Así que las cogí casi todas, menos alguna muy especial que no tenía páginas repes y que me gustaban de verdad y las tiré a la basura. Desde entonces he comprado revistas en ocasiones contadas: cuando he ido de viaje, para estar entretenida, o cuando he tenido que pasar por el hospital. Ahora cuando quiero buscar ideas para renovar algo de casa navego por internet y listo. No es lo mismo, lo reconozco, me pasa igual con las fotos o los libros, para mí no hay nada como un montón de fotos reveladas a la antigua metidas en cajas y poder sentarme a verlas de vez en cuando, o las páginas de un libro, sobre todo nuevo (es verdad que los ebooks y los foto libros ahorran espacio pero no tienen nada de encanto).
Últimamente además de seguir alguna revista concreta online miro muchas fotos de decoradores, bloggers de decoración e instagramers del mismo tipo. Ya os dije el último día que veo tantas cosas que cuando decido hacer una veo otra que me gusta más; digamos que ando un poco liada y lío aún más al Jefe con mis ideas. Cuando le digo: " he pensado..." la cara se le transforma porque sabe que el está incluido sí o sí en alguna nueva idea de las mías.
En fin, que mirando y mirando me dí cuenta el otro día que el "rinconcito" desde donde os escribo no se parece en nada a los de los demás. En nada de nada. Quiero pensar que es bueno y que tengo mi personalidad que hace que, aparte de poner en casa algunas cosas que se ponen de moda, haya otras muy mías en ella. Poco a poco os las iré enseñando y ya me diréis si os gusta, aunque no se si es porque he hecho algo mal en la configuración del blogg, o que los que me leéis no acostumbráis a dejar comentarios, pero hasta ahora nadie se ha manifestado  ni para bien ni para mal. Sigo que me lío, el escritorio donde estoy sentada no se parece en nada a lo que los "expertos" muestran en sus fotos. Se supone que un rincón de trabajo actual es más o menos así:







así...



o así.



Como os decía, mi rincón no se parece en nada a estos. Para empezar mi pc no es un Macintosh ni creo que lo sea nunca, no porque no me guste, sino porque no se ajusta a mi bolsillo. Tampoco es blanco inmaculado, ni tengo carteles hiper positivos a la vista para que la inspiración aparezca. Por último, tampoco es mío sólo, es el rincón de todo habitante de esta casa que necesite un pc por el motivo que sea. Sin embargo a mí me gusta: es MI RINCÓN. Yo lo imaginé. El Jefe rescató el escritorio y lo restauramos, y el resto de chismes que hay en él están todos por alguna razón que no tiene por que ser simplemente práctica, tienen que tener algo que ver conmigo.




Ahí lo tenéis, mi rinconcito. La mesa se está estropeando demasiado porque no le pusimos algo en los brazos del sillón de Ikea que tenemos, ahí metimos la pata. Teníamos uno chulísimo  de piel, rescatado a la vez que nuestro escritorio, pero la piel se estropeó en cuanto empezamos a usarlo. El escritorio estaba destrozado (una pena que borré las fotos que me mandó el Jefe cuando lo encontró), originariamente llevaba pomos y cerraduras en cada cajón, pero estaban demasiado estropeados así que para ocultar los agujeros les pusimos los tiradores de concha. El sobre no se ve, pero debajo del cristal tengo un plano , entradas de conciertos y algún recuerdo mas. El corcho lo compré en unas rebajas en Casa y me costó baratísimo. La pared verde fue un arrebato que me dio cuando compramos la pintura para el salón. Decidí que necesitaba un cambio radical y como siempre lo tenía en un sólo color me lancé sin pensarlo para tener un color que lo alegrase en la pared principal. Como de paso cambiamos los muebles del salón, que tenía en madera oscura, por una estantería y una vitrina blancas de la serie Liatorp de Ikea, la pared resalta aún más y a mi me encanta como ha quedado. Además, no se dónde leí que el verde es un color que estimula la creatividad así que sin saberlo pinté del color correcto. Algún día os enseño una foto del salón completo. El escritorio lo pusimos junto a la estantería, al lado de la ventana para que reciba la máxima luz. Cuando levanto la vista veo dos cuadros muy especiales para mi ya que, como casi todos los que tengo en casa, son regalo de mi tío. Sí, tengo un tío artista de verdad, de los que se conocen, al menos en su circulo que es la pintura y la verdad, mola mucho. No es que vaya diciendo "soy la sobrina de Charris" por todas partes porque tampoco es cuestión de eso, pero a mí me emociona pensar que su obra quedará ahí para siempre y que yo tengo la suerte de tener parte de ella adornando mi casa. Además de ser un gran artista es un tío muy enrollado con el que puedes hablar de todo, del que puedes aprender aún más y que encima organiza unas fiestas de "primos" cada año en las que nos reúne a todos sus sobrinos y que últimamente tematiza, con las que nos saca de la monotonía de cada día y hace que al menos una noche al año estemos todos juntos. Si queréis ver su obra sólo tenéis que entrar  aquí, os aseguro que, para los que no lo conozcáis, es un genio. Y lo último que ha llegado a mi rincón, o más bien a la pared verde, han sido dos colgantes de cerámica que mi hermana me regaló. Me gustaron mucho así que tenía que ponerlos en un sitio donde los viese mucho y ese es mi salón, en especial este trocito de pared. Uno es una matriuska como recuerdo de los años que viví en Rusia, el otro es una especie de medallon donde pone COI&CO, mi sello y el nombre de este lugar donde cuento trocitos de mi vida. Mirad que chulos:





 Además tengo una foto de mis tres niñas pequeñas (que ya no lo son tanto) que les hizo mi hermana Isa una tarde que salimos de paseo en la que salieron preciosas y que me regaló ya enmarcada porque sabía que si no yo tardaría una eternidad en hacerlo. Como os digo todo lo que hay ahora mismo a mi vista tiene un por qué y me encanta tenerlo así, a pesar de no ser blanco, de no estar super ordenado o de no tener carteles inspiradores. Es mi rincón, es donde escribo, donde paso ratos tranquila y sobre todo es diferente a los demás. Es como yo.

jueves, 14 de julio de 2016

Atrapasueños by Coi&co and Mamana.ceramics



En la vida de todos existen objetos que llegan a nosotros, cumplen su función y, con el tiempo, o dejan de gustarnos, o ya no nos apetece tenerlos a la vista; pero por alguna razón tampoco queremos deshacernos de ellos. Un jarrón, un  mueble, ropa de casa... Las modas pasan y a todos nos gusta cambiar de vez en cuando lo que nos rodea. Yo soy muy maniática para esto. También muy caprichosa, pero contengo mis ganas de comprar cositas nuevas para colocar por casa, que la economía no está para derrochar. Para cambiar la "deco" de casa, que, como ya os dije cuando me presenté, es algo que NECESITO hacer de vez en cuando para estar bien, lo que hago es mover muebles, cuadros, cambiar cortinas  y cuando la cosa ya es extrema y los muebles los tengo demasiado vistos tiro de brocha y pintura. Hace unos años hice cursos de restauración de muebles y aprendí  a hacer diferentes tratamientos y acabados, pero lo que más me gusta es pintarlos. El Jefe dice que es porque me resulta más fácil, pero no es así. Creo que el cambio de color me hace ver el mueble como si fuese otro, nuevo y así sacio esa necesidad de cambio.
El verano pasado hicimos obras en casa: cambiamos habitaciones de la tropa, reorganizamos el piso de arriba para que nos fuese más cómodo y compramos algunos muebles que no había quién resucitase ni con un millón de capas de pintura. Esta vez tenía claro que todas las paredes iban a ser blancas, he tenido épocas de pintarlas de colores muy alegres, con dibujos, pero ahora me apetece dejar el lienzo en blanco y dar color con la decoración.  El problema es que me gusta todo lo que veo y no puedo comprarlo, así que aún no he conseguido terminar de "decorar" los dormitorios. Por un lado me sirve para mantenerme ocupada ideando como hacer cosas bonitas (siempre low coast), pero por otro existe un peligro: mi cabeza no para, aparecen cosas nuevas y quiero más y más, sobre todo en cuestión de los dormitorios de la tropa. En el de el peque, Josemi, tengo mucho trabajo por delante, al igual que la buhardilla donde duermen tres de las mayores. El cuarto de Irene y Belén, las benjaminas, lo tengo a medias. Lo amueblamos con una litera de Ikea modelo Mydal, de pino crudo que puedes tratar, unas cómodas Tarva de cinco cajones que pintamos en color turquesa y malva, combinando estos colores en las estructuras, los frentes y los pomos. La mesa de escritorio ya la teníamos, así que con un par de estanterías Kallax y unos zapateros Trones en color verde y blanco terminamos de amueblarla. Aún queda pintar la litera para que combine con las cómodas y poner algúna cosilla de decoración que tengo en mente. Ya os he dicho que mi cabeza no para y una de las cosas que estaba deseando hacerles era un atrapasueños; pero no uno cualquiera, no, uno hecho con un tapete de crochet que me regaló mi hermana Marina (mamana.ceramics para los que tengáis instagram, veréis que preciosidades hace, es una aristaza)y que es una de esas cosas de las que os hablaba al principio. Lo he tenido en la mesita de noche, en una cómoda y no recuerdo dónde más. Al final quedó guardado en un cajón porque no quería deshacerme de el, pero tampoco me servía para nada. Hasta que un día navegando en pinterest lo vi. ¡Atrapasueños hechos con crochet, y quedaban preciosos!  No hice fotos del paso a paso porque tampoco tiene mucho misterio: un bastidor de madera para bordar a máquina, el tapete, cintas, unos botones... e voilà! El atrapasueños perfecto para mis niñas, el tapete tiene una nueva función y apenas me he gastado dinero para crear un detalle bonito y original. Aquí lo tenéis.








No me digáis que no es bonito, a mi me tiene enamorada y estoy deseando experimentar para hacer más atrapasueños como este o de otro tipo. Ahora que tienen las ventanas abiertas todo el tiempo, verlo moverse suavemente me encanta y a ellas también. 






¿Qué me decís,queda bonito o no? ¿Atrapará los malos sueños de mis niñas para que descansen y sueñen cosas bonitas?

lunes, 11 de julio de 2016

Feliz Cumpleaños Jefe.


Ayer fue el cumple del Jefe y pasó el día sin poder escribir unas líneas sobre él, que se lo merece, así que de hoy no pasa. Cuarenta y tres años, en la flor de la vida, por supuesto. Si hago números la calculadora echa humo: lo conocí cuando yo tenía trece tiernos años, osea hace ya veintinueve, empezamos a salir el veintiuno de abril de noventa, casi como la canción (unos criajos éramos) y nos casamos el diez de noviembre del noventa y uno, demasiado pronto para todo el mundo, pero contentos y con mucha ilusión. Este año hacemos nuestras bodas de plata, un milagro, os lo digo yo. Se me ha ocurrido contar los días que llevamos juntos, y de mis quince mil trescientos noventa y nueve días de vida, nueve mil doscientos doce los he pasado a su lado. Muchos, muchos días, y espero que pasemos muchos más. Hemos celebrado veintiséis de nuestros años juntos, y las ideas de regalo se acaban. Cuando cumplió cuarenta le organicé una fiesta sorpresa que fue "legen-esperad-daria" como diría Barney Stinson. Nuestros amigos me ayudaron en todo: desde traer cada uno algo para picar, montar una minidisco con humo y luces incluidas gracias al friki del grupo, Doc, acudir sólo tres de ellos a una falsa fiesta el día de su cumple para despistarlo... Las niñas y yo hacíamos la decoración con tarros de cristal, arena de playa y velas delante de él y le decíamos que eran manualidades y Bea, la reina de la goma eva de casa se curró unas insignias con su foto para todos los invitados (aún hay por algún cajón). Lo dicho, que fue una fiesta chula de verdad. Después ya no le he hecho ninguna así, que no se acostumbre a tanto mimo. El sábado vinieron algunos de nuestros amigos y nos tomamos unas cervezas y unos bocatas el el porche de casa, algo sencillo, aunque sopló las velas y todo en un super bizcocho de nueces que trajo Dami, una de ellas, y que hace los mejores bizcochos del mundo. Faltaron algunos, pero están ya en la playa, ya lo celebraremos con ellos.
Ayer tuvimos comida familiar con la tropa al completo y con mi suegra, que celebra su cumple en unos días, así que hemos hicimos un pack. Le hemos regalado una lupa para que asuma que se está haciendo viejo y por eso no ve na de na, una hamaca que pedía desde hace no se cuando (ahí me he perdido, me va a costar alguna bronquilla por donde la coloque o porque lo despertemos de la siesta, lo sé, pero sólo pedía eso) y lo que más me gusta: una camiseta con el dibujo del faro de Cabo de Palos que hizo el peque para un concurso que organizó una chica de allí que vende cosas chulísimas on line ( K de kaskabel ) y que ganó. El premio era que estampase su dibujo para él en una camiseta y yo pedí otra para el Jefe. Todo le ha gustado mucho.

En fin Jefe, que cuarenta y tres años no se cumplen todos los días y espero pasar muchos más a tu lado, aunque seas un gruñón incorregible al que cuesta sudor y sangre hacerle un regalo que te guste porque eres muy muy especial. Hoy miro atrás y viendo que llevo más tiempo a tu lado que sin ti doy gracias a Dios por habernos mantenido juntos y por la tropa que nos ha dado. Y a pesar de que seguirás gruñendo todos los años por tu cumple, seguiremos celebrándolo todos juntos porque te lo mereces; porque te has dejado media vida para cuidarnos a todos, porque aunque parezca que no ayudas, cuando más lo necesito estás a mi lado, porque aunque pidas cafés y luego digas que no los hacemos bien, seguiremos haciéndotelos. Porque los sábados sin tus paellas no saben igual, porque estás pendiente de mí y te encanta que me compre cosas, aunque luego me haces unos regalos...(menos mal que las niñas ya son mayores y ahora los compran por ti) Por tus chistes, tus bromas, por las risas que nos hemos dado juntos, por tus intentos de hacerme reír cuando estoy de mal humor. Porque eres uno de los pocos hombres que conozco que adoran Ikea (que peligro tienes cuando coges la bolsa amarilla) Porque nos encantan las cosas viejas y protestando al final siempre haces lo que yo quiero en casa. Porque después de tantos años yo soy tu y tu eres yo, y sin el otro no somos nadie... Espero que pasases un buen día, se que celebraremos muchos más juntos; unos serán por todo lo alto, otros más sencillos, pero siempre estaremos contigo la tropa y yo, y todos los que te quieren, que no son pocos.




Pd.- Te quiero.