Hola de nuevo a todos. ¿Pensabais que había desaparecido? Pues no, aquí estoy, vivita y escribiendo a pesar de que esta última semana ha sido bastante estresante y aún me estoy recuperando. Yo funciono así, subidón unas veces en las que no paro y luego semana de bajón y no poder tirar ni de mi alma.
Esta vez la culpa ha sido un poco mía por meterme en líos de más justo la semana en la que empezaba el cole el enano, tenía las reuniones con los tutores de las niñas y el resto de cosas propias de cada comienzo de curso. Pero es que no podía decir que no, era una oportunidad única. ¿Que de qué hablo? De mi afición por la artesanía y de la posibilidad de enseñar en una muestra las cositas que desde hace tiempo forman parte de un "proyecto futuro" que realmente no se si algún día se materializará. Así que esa muestra se convirtió en una manera de que ese proyecto se hiciese más real. Veréis, desde hace un tiempo el Jefe y yo llevamos en mente empezar a hacer piezas de decoración en madera, al principio venderlas online y quizás después, si la cosa funcionase, montar una tiendecita en la que se vendan exclusivamente piezas hechas a mano por nosotros. Así que cuando a mediados de agosto me llegó un whatsapp de mi profe de artesanía en la que nos contaba la iniciativa de un grupo de artesanas de un barrio de Cartagena de hacer un mercadillo-muestra en septiembre no pude frenar la ilusión de empezar a trabajar. Para colmo se lo dije a mi hermana, que hace unas piezas de cerámica chulísimas y que también está empezando a comercializar (mirad en su página de facebook mamana ceramics que monerías hace). Ahí caí del todo porque mi hermana es como un terremoto, un huracán y un tsunami todo a la vez. Si a mí me hacía ilusión ella estaba como una moto con la idea así que olvidé lo mala que era la fecha y me lancé a preparar atrapasueños, colgantes de madera para los pomos, imanes (también de madera), guirnaldas de banderines de tela, carteles de madera con frases...todo lo que a mi me gusta, creado por mi y por el Jefe, porque yo he elegido colores, pintado carteles y hecho atrapasueños, pero de la carpintería se encarga y lo seguirá haciendo él, que tiene unas manos de oro y además disfruta con ello. A pesar de ser una semana muy estresante, como ya os he dicho, también ha sido muy positiva en muchos aspectos. Todo tiene su lado bueno y su lado malo. Al estrés de querer hacer las cosas bien y bonitas se unía la ilusión de ir viendo cada una de ellas terminadas... Sacar de trozos de madera algo que luzca y se vea bonito no es fácil. Hacer patrones, cortar, escoger papel o color para decorar, pintar, lijar y barnizar... y por otro lado hacer los atrapasueños y las guirnaldas no es chasquear los dedos y fin. Hablo por la parte que nos ha tocado al Jefe y a mi, porque si hablo de mi hermana y de lo que es montar en tu casa un minitaller de cerámica en casa, hacer cada pieza una a una, hornear,esmaltar y hornear otra vez también tiene su trabajo.
Pero como digo, ver cada pieza terminada da una satisfacción, alegría y emoción estupendas. Os voy a enseñar como quedaron algunas.
Estos son algunos de los atrapasueños que hice. No los puedo enseñar todos bien porque tendría que subir demasiadas fotos.
Aquí podéis ver los colgantes para pomos (los que llevan cordel) y los imanes de madera y decorados con cartulinas con diferentes motivos. A mi me encanta como quedaron. Hicimos casitas, corazones y pajaritos.
Y estas casitas tan monas, aún no les he hecho fotos donde luzcan más, mi padre dice que no parecen casas, que son bloques de madera...
Estos son los carteles con mensaje que el Jefe cortó y yo decoré.
De las guirnaldas tampoco tengo fotos, lo tengo en tareas pendientes, pero es que el inicio de curso sigue (es lo que tiene tener hijos de todas las edades) y no consigo tener un rato tranquilo para hacerlas. Mientras escribo este post mi hija Belén celebra con sus amigas su duodécimo cumpleaños. Mala madre, pensaréis. Pues no digo yo que no, pero como en realidad es el lunes, y ya son casi "señoritas" las dejo solas y yo descanso un rato.
Resumiendo, ha sido una buena experencia crear todo esto, y me hace muchísima ilusión seguir creando. No se qué pasará, si algún día el Jefe y yo veremos "cumplido" nuestro sueño de poder trabajar realmente creando piezas de decoración o todo quedará en un día de mercadillo agotador. Lo que si que he aprendido es a valorar más el trabajo de los artesanos, de los artistas, de todo el que crea algo y no valoramos como debiesemos. Pasar doce horas viendo como la gente pasa y opinan sobre "tus" cosas, si les parecen caras, si les gustan... eso si que es difícil. Tu has puesto todo en un pequeño trozo de madera o cerámica y nadie sabe lo que te ha costado realmente hacerlo, las cosas que has dejado de hacer para llenar una pequeña mesa, el tiempo que has empleado y no hablemos de dinero, aunque no sea mucho, para crear hay que invertir. Por eso ver que te dicen: "eso es caro", o peor, ni te lo dicen, lo escuchas de pasada mientras critican lo que ven ignorándote...eso me ha hecho pensar en las veces que yo he actuado así. No se si será cosa de aquí pensar que el hecho de que un artículo esté en un mercadillo automáticamente sea sinónimo de barato sí o sí, sin pararnos a pensar si esta hecho a mano o no, si puedes encontrarlo en cualquier otro sitio o estás viendo una pieza única. Creo que a partir de ahora cada vez que visite un mercadillo me fijaré un poco más antes de soltar un "¡qué caro!" y arremeter contra la persona que lo esté vendiendo para conseguir el precio que yo crea que merece, y por su puesto no ignorar al vendedor, aunque soy de las que le gusta mirar sin que la avasallen tampoco está de más un buenos días como mínimo. Y por ultimo he aprendido que lo importante, a pesar de que puedas sentirlo, no es que todo el mundo te diga que tus trabajos son preciosos, habrá a quien le gusten y a quien no. Lo importante es hacer lo que te gusta, lo que te parece bonito, y hacerlo con todo tu cariño. Ser auténtico, no dejarte llevar por las modas algo muy difícil cuando ves que en el puesto de al lado están vendiendo colgantes de pokemon por docenas mientras la gente pasa de largo por el tuyo. He aprendido que yo soy yo, y si alguna vez alguien habla de mi y de lo que hacemos el Jefe y yo será porque gustemos así.
Por último os dejo esta foto de nuestro puesto, no me digáis que no quedó precioso. No se si repetiremos, aunque el día no se nos dio mal en cuanto a ventas, fueron demasiadas horas para ser debutantes. Si algún día paseando por un mercadillo nos encontráis espero que no paséis de largo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario