domingo, 4 de septiembre de 2016

Pon una caja de vino en tu vida!!!! DIY.



Una, dos, tres o las que quieras, las cajas de vino no son lo que parecen. Si hasta ahora eras de los que te regalaban una caja de vino, sacabas las botellas y tirabas el estuche (hablo de las de madera, obviamente) has cometido un gran error, si eres, claro está, un amante del DIY, el reciclaje o la decoración original. Hoy os lo voy a enseñar.
Yo he ido guardando cajas de vino durante un tiempo, esperando como siempre, un momento de inspiración. Cuando mi hija decoró su piso surgió qué colocar en el baño en lugar de unas baldas de cristal que habían en una pared. Yo busqué de entre el montón que el Jefe había ido recogiendo cada vez que surgía la ocasión un par del mismo tamaño, las pintó en blanco y dieron un resultado muy chulo. 






El resto quedó a la espera, como ya os he dicho, hasta que hace unos días encontré la ubicación perfecta para otras cuatro. Voy a empezar por las pequeñas. El verano pasado hice una manualidad de decoupage con las benjaminas de casa. Compramos unas letras blancas en un bazar, y las decoraron para ponerlas en su dormitorio. La idea era ponerlas en la pared con cinta de doble cara, pero el maldito gotelé hacía que al tiempo de estar pegadas se cayesen. Siguiente paso: le pedí al Jefe que me hiciese un par de carteles de madera para pegarlas en ellos... al final me cansé de esperar el cartel y pensé otra opción, e voilà: las cajas. Busqué dos de las más pequeñas porque realmente no buscaba capacidad de almacenaje sino un soporte para las letras que a la vez quedase mono en su dormitorio. Como os dije en la entrada anterior el Jefe últimamente está ahí a cada idea que se me ocurre, así que esta vez puse en sus manos el trabajo. 





Lo primero que hizo fue pintarlas de blanco y luego elegimos unas cartulinas para decorar el fondo. Como eran para las niñas, cada una eligió un  modelo.





Siguiente paso, pegó con cola blanca las cartulinas al fondo.





Para rematar quedaba poner las letras que hicieron las niñas. Además de pegarlas con cola las clavó con clavos invisibles para que resistan más posibles golpes.





Mirad que originales han quedado en su cuarto, encima de sus cómodas.





Además de estas dos y utilizando el mismo sistema el Jefe me preparó dos cajas más grandes para poner en el baño de la planta de arriba. Es un baño en el que no tengo armarios, dos lavabos reposan sobre una balda y bajo esta hay otra donde, en cestos de caña, tengo almacenadas toallas, secadores, planchas de pelo y demás chismes propios de un baño. Pusimos un espejo encastrado a la pared enorme pensando en que cuando las niñas ya no lo fuesen tanto pudieran utilizarlo más de una  y de dos a la vez. Bien, las niñas han crecido y en el baño han empezado a aparecer más y más cosas que fueron ocupando los lados de los lavabos(cremas, colonias, maquillajes). El problema es que al estar ahí no podías colocar más cosas, dejar el secador de pelo, por ejemplo, mientras te lo secas...así que pensé en colocar un par de cajas donde poner todos los chismes y dejar despejados de nuevo los lados de los lavabos. Calculé mal y después de hacer las cajas no cabían las dos... Pero no ha habido problema, enseguida hemos encontrado donde colocar ambas. 






Esta es la primera, como veis no es que tenga mucha capacidad, la justa para quitar de en medio esos chismecillos del baño que siempre están por en medio. La trasera, aprovechando que el Jefe le hizo una pequeña balda, la empapelamos en dos papeles diferentes en tonos azules.





Y esta es la segunda. ¿Imaginabais que terminase así? La explicación es muy sencilla: este baño es muy grande y entre el lavabo y el wc está la ducha, lo que nos daba un pequeño problema: cuando se acababa el papel higiénico era bastante incómodo ir a por más si lo necesitabas. La caja está colocada encima del wc por lo que el papel está almacenado pero justo donde se utiliza, si te quedas sin papel ya no hay problema.
Espero que con todas estas ideas hayáis visto la cantidad de cosas que se pueden hacer con cajas de vino, y si navegáis por internet seguro que encontráis un millón de ideas más que os resuelven pequeños problemas y a la vez decoran. ¿Os animáis a poner una caja en vuestras vidas?


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